Si lees habitualmente estás de suerte, porque según un estudio de la Universidad de Yale, leer mejora la calidad y la esperanza de vida. La investigación se publicó en Social Science and Medicine, y se descubrió que las personas con mayor longevidad eran aquellas que tenían unos hábitos de lectura establecidos.
Independientemente de ser hombre o mujer, del poder adquisitivo, de la vida llevada hasta el momento, de la formación académica o de la salud, está científicamente demostrado que es posible mejorar (y mucho) la vida gracias a los libros, hasta tal punto de alargarla hasta dos años.
Si lo dice la ciencia será verdad, así que anímate a coger el libro que tienes en la mesita de noche o en la estantería más cercana y… ¡a disfrutar!